Pasión pura, única, que se ha mantenido intacta con el paso de los años y echó raíces definitivas en esas heroicas Vueltas a Colombia de los años 50, graduando de ídolos eternos a figuras ya legendarias como Efraín ‘El Zipa’ Forero, Ramón Hoyos, Martín ‘Cochise’ Rodríguez, Javier Suárez, Rafael Niño, Lucho Herrera, Fabio Parra y Álvaro Mejía
Recientemente Santiago Botero y Rigoberto Urán, actual medallista olímpico de la ruta en Londres 2012. La bicicleta ha sido testigo único de la evolución y desarrollo de un país enmarcado en sus agrestes montañas, sus fértiles planicies y llanuras y la imponencia de los dos mares que bañan su geografía: el Atlántico y el Pacífico.
El ciclismo y sus relatos de leyenda fueron esos maestros que enseñaron a los colombianos a conocer la historia y la geografía de su propio país. Por ello, esa empatía tan especial que se manifiesta en las multitudinarias convocatorias a los más grandes acontecimientos del pedal. Inolvidable es todavía para quienes lo vivieron, los Campeonatos Mundiales de Pista y Ruta, que se realizaron en Bogotá y Boyacá en 1995. Un país entero se movilizó para vivir como nunca un espectáculo que no tuvo precedentes. Y si de una vocación particular se trata, el público caleño ha tomado como propia su pasión por la Pista. El lleno total en las graderías del velódromo, cada vez que llega la Copa Mundo UCI es un espectáculo único, pues ese fervor y esa alegría arropan por igual tanto a los deportistas visitantes como a los de casa. Razón suficiente para que la Unión Ciclista Internacional se congraciara con Santiago de Cali asignándole la sede del Mundial 2014, un reconocimiento más que merecido.
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