Hay algo que es real, el gobierno nacional ya no tiene credibilidad entre los bonaverenses, son muchos años de promesas, no sólo en elecciones, sino en mesas de concertación frente a la petición para dar solución a la problemática social de esta ciudad; la comunidad ya está cansada de tanta burla, y hoy, el clamor de todo un pueblo es que se le respete.
Para nadie es un secreto, que en Buenaventura la economía de los puertos no va de la mano con el desarrollo de la ciudad; el índice de desempleo es uno de los más altos del país, mala prestación de servicios públicos, el estado de las vías, entre otros.
Por todas éstas razones ya no se cree en el gobierno nacional; hace tres años se hizo un plan de choque, que fue una medida de emergencia, para dar solución a la problemática en su momento, pero va muy lento, prácticamente incumplido. La comunidad vive una realidad nefasta, por eso se exigen garantías, teniendo en cuenta que el presidente Juan Manuel Santos, prometió en el 2015, agua 24 horas al día, en ocho meses, otro incumplimiento; es claro porqué, se exigen garantías y cumplimiento a corto plazo.
Muy bien por el Comité del paro cívico, que demostraron seriedad y altura frente a las negociaciones; que mal por el gobierno nacional que venía preparado a que las negociaciones se hicieran bajo sus parámetros, resultaron improvisando y tuvieron que salir para Bogotá a pedir auxilio.