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Buenaventura Rasga Sus vestiduras, y se hace respetar por parte del Gobierno Nacional



Si dejáis perder estos momentos de efervescencia y calor, si dejáis escapar esta ocasión única y febril, seréis tratados como sediciosos; ved los grillos, los calabozos y las cadenas que os esperan.
José Acevedo


Todos los Bonaverenses unidos, brindan apoyo total al comité organizador del paro cívico, quienes han demostrado su temple, su seguridad y su firmeza, en esta gran lucha para exigir los derechos de un pueblo, con una historia de olvido por parte del Gobierno Nacional; son más de 16 días de paro, donde una comisión de ministros se presentó a las mesas de dialogo, sin ninguna propuesta, frente al pliego de peticiones con 8 puntos que no dicen más, sino simplemente la problemática social de la ciudad; con todo esto me atrevo a preguntar: ¿con qué mendicidad iba a salir el gobierno nacional en las mesas de diálogos?.

No estamos pidiendo que nos regalen, por Buenaventura entra el 70 % de las divisas del país, estamos exigiendo la calidad de vida y el desarrollo que merecemos tener; nos ha quedado claro que es más importante la carga, que la misma vida de nuestros habitantes; seguimos con la firme convicción de la excelente función de comité del paro, ellos nos han representado muy bien, y la comunidad se ha unido y ha entendido que ésta lucha es por el bienestar de todos.



Buenaventura rasga sus vestiduras, y se hace respetar por parte del Gobierno Nacional; fue claro y contundente el no rotundo de un pueblo que se muere de sed, la sangre Bonaverense arde y se siente en aquel oriundo, que clama a mi pueblo se le respeta; son más de 400 mil voces, que no piden, que exigen respeto, no se quiere más los planes de choque, no quiere palabras de grandezas sin un fondo, Buenaventura empieza a cambiar, a exigir, a fortalecer su dignidad y equidad para una comunidad, que su folclor, su cultura, la alegría que corre por su cuerpo, que a pesar ser olvidado, pisoteado, explotado, sigue siendo pacífico, su mirar hoy, sigue reflejando esa gran esperanza de lograr lo que por derecho le pertenece. Hoy, se siente el movimiento del mito de un pez muy grande debajo de esta tierra, ahora aletea muy fuerte, hoy, hay un pueblo que dice ya no más, hoy mi Buenaventura es otro, a esta tierra se le respetará por siempre.

Aunque La brújula, nos enseñó a navegar en el mar, ahora contamos con un satélite, que nos enseña la dirección a tomar, somos un pueblo que ha estado navegando sin un norte, sólo guiados, por unos cuantos, es hora del pueblo mandar de decidir por personas, que nos representen y sean ese satélite que juntos decidamos que dirección tomar.

 ¡El pueblo no se rinde carajo!